‘Sobre las imágenes de guerra’, nace como un intento de aproximación a la representación del conflicto armado.
Desde la lejanía de nuestras casas, nos llegan imágenes publicadas en los periódicos, retransmitidas por televisión, difundidas por Internet, compartidas en las redes sociales.
Son los paisajes que invocamos cuando imaginamos esas realidades, a través de las cuales entendemos lo que es la guerra.
Pero, ¿Desde qué miradas ha sido fotografiada? No existe el enlace directo, bruto, observamos a través del filtro del/la fotógrafo/a que es quien nos muestra lo que sucede.
En cada imagen está la guerra y la huella del/a reportero/a.
El fotógrafo e investigador Ricard Martínez y yo, dos completos desconocidos pero con un interés común, entramos en contacto con el fin de retomar y actualizar la práctica de correspondencias, en la que dos personas se envían cartas y postales.
A través de esta conversación mantenida por mails, hemos intercambiado ideas e imágenes, hemos esbozado juntos, el panorama de la representación bélica.
Consiguiendo así, tal vez, acortar distancias con la realidad del conflicto que nos llega.
Asumiendo de antemano, que esto es un pedazo de una conversación infinita, pues ésta podría ser tan extensa como imágenes bélicas hay, como tantas miradas hay fotografiando y reinterpretando lo fotografiado.
9 sept
Hola Ricard,
Te traigo una de las primeras fotografías sobre la guerra, es de Roger Fenton, sobre la Guerra de Crimea (1854-1858).
Algo que me llama mucho la atención de estas imágenes que él tomó, es lo poco bélicas que son.
Nada que ver con las representaciones pictóricas que exaltaban la intensidad de la batalla en movimiento. Supongo que en parte, esa rigidez de las fotografías es debido a los impedimentos técnicos como la lentitud del tiempo de exposición, la laboriosa preparación que anulaba cualquier acto de improvisación, hasta por la carga pesada del equipo.
Esta imagen inclusive es cándida; a los soldados se les ve agusto, disfrutando de su tiempo libre, ¡hasta están tomando vino!. En ninguna de las otras 300 fotografías que tomó como fotoreportero, se mostró en su máximo explendor el conflicto, ni la destrucción, ni un atisbo de sufrimiento, más bien se presentan paisajes sosegados, a los altos cargos como hombres valientes y a los soldados descansando o entreteniéndose.
He leído, que de hecho Fenton fue enviado a la guerra por el Príncipe Alberto, otros dicen que fue contratado por la Reina Victoria, como el fotógrafo oficial de la guerra. En ambos casos se coincide que el objetivo era ganar el apoyo de la opinión pública y justificar así, la participación de Inglaterra en el conflicto.
Al mismo tiempo que, contrarrestar los relatos antibélicos que publicaba The Times. Lo que viene a decir que las primeras fotografías sobre la guerra fueron un encargo, una campaña publicitaria. Curioso, ¿no?
Saludos,
Nerea
Fotografía de Roger Fenton, sobre la Guerra de Crimea (1854-1858).
19 sept.
Hola Nerea,
Roger Fenton fue un caballero fotógrafo muy próximo, ideológicamente, a los oficiales caballeros que gestionaron de forma tan desastrosa la campaña de Crimea -una victoria pírrica, en la que la mayoría de bajas lo fueron por cólera.
Curiosamente, esa expedición tan catastrófica ha generado en el imaginario colectivo las primeras imágenes fotográficas de una guerra, consistentes, como dices, en retratos de campamento, o paisajes vacíos, tras la batalla.
Te respondo con otro retrato de campamento, realizado esta vez en Afganistan, en 2010, por Damon Winter.
La fotografía está tomada con telefonino y una app de 3€. Forma parte del primer reportaje realizado con este medio, en apariencia tan casero, publicado en primera plana en el New York Times.
Winter es un fotoperiodista ciudadano, muy próximo, culturalmente, a los combatientes que descansan frente a él.
Por ello utiliza el mismo soporte con el que esos soldados ciudadanos fotografían la guerra desde dentro.
Se trata, por cierto, del mismo medio con el que los ciudadanos fotoperiodistas documentan (y emiten) otros acontecimientos, a los que se sienten muy próximos, sentimentalmente, como la Primavera Árabe, o la Guerra Civil siria.
Como ves, Nerea, esta primera respuesta te la planteo en términos de proximidad. Pero hay muchas más variables.
Espero con ganas tu respuesta.
Un saludo!
Ricard
O soldado Daniel e o especialista Chamberlain descansando sobre um catre. Damon Winter/The New York Times, 2010.
22 sept.
Hola Ricard,
Veo que vamos de las primeras fotografías de guerra a las primeras imágenes digitales de guerra.
Damon Winter es un claro ejemplo de cómo los dispositivos tecnológicos están transformando el medio fotoperiodístico, el acceso permanente a cámaras móvil posibilita que los acontecimientos ya no sean sólo captados por unos pocos (fotoreporteros) sino por el mismo ciudadano de pie que captura su realidad. Es una proximidad a todos los niveles.
La cercanía de la que hablaba Robert Capa, “Si tus fotos no son lo suficientemente buenas, es que no estás lo suficientemente cerca.”, supongo que se puede interpretar de muchas formas. Como comentas hay proximidades ideológicas, culturales, sentimentales…
En una charla Judith Butler habla sobre la empatía por proximidad, en resumidas cuentas y a grandes rasgos viene a decir que cuan mayor es nuestra cercanía al lugar de los hechos, mayor es nuestra empatía con los afectados.
La imagen que te comparto no es una captura de la guerra sino una representación simbólica, que busca la empatía del espectador, sobre lo que sucede allá donde nuestros ojos sólo alcanzan a través de las imágenes que nos llegan.
Es un vídeo mítico de Harun Farocki, ‘Fuego inextinguible’, en él reclama que no cerremos los ojos sobre los horrores del Napalm utilizado en la guerra de Vietnam, y esta es la forma con la que lo hace. Te dejo aquí el enlace de los dos primeros minutos:
Ahora me toca esperar a mi, con ganas.
Saludos!
Nerea
26 sept.
Hola Nerea,
Leo la frase de Robert Capa y me viene a la cabeza este fragmento de El nombre de la rosa, de Umberto Eco.
¿Cómo habéis sido capaz de resolver -dije admirado- el misterio de la biblioteca observándola desde fuera, si no habíais podido resolverlo cuando estuvisteis dentro?
-Así es como conoce Dios el mundo, porque lo ha concebido en su mente, o sea, en cierto sentido, desde fuera, antes de crearlo, mientras que nosotros no logramos conocer su regla, porque vivimos dentro de é1 y lo hemos encontrado ya hecho.
-¡Así pueden conocerse las cosas mirándolas desde fuera!
-Las cosas del arte, porque en nuestra mente volvemos a recorrer los pasos que dio el artífice. No las cosas de la naturaleza, porque no son obra de nuestra mente.
Presenciar, metabolizar y narrar los acontecimientos que nos rodean, requiere oscilar entre las direcciones opuestas que indican cada una de las citas que nos hemos intercambiado. Como la narración de Farocki sobre unos hechos lejanos, que, de repente, aguijonean la percepción del espectador con una pequeña colilla.
Te adjunto dos fotografías del proyecto Burke & Norfolk, de Simon Norfolk, que documenta una obra de nuestra mente, una guerra colonial, que llevaba activa 132 años en el momento de tomarse las imágenes más recientes, en 2010.
Espero con ganas tu respuesta,
una abrazo!
Ricard
Jóvenes afganas en la pista cubierta de la ONG Skateistán, creada por voluntarios estadounidenses para ayudar a los jóvenes afganos a mejorar sus habilidades en skate y escalada de interior. Simon Norfolk, 2010.
Oficiales del Cuerpo de Guías de la Reina. Un regimiento curtido en la batalla, con una cierta reputación de rebelde. Tuvieron su acuartelamiento cerca de la casa de Burke en Murree, Pakistan. Estos veteranos de campañas de frontera, habían sido fotografiados con frecuencia por Burke en desfiles y ceremonias militares. John Burke, 1878.
27 sept.
Hola Ricard,
Pienso en lo que se queda fuera, descartado, eliminado, extraviado, requisado o censurado, en lo que nunca llega o en lo que llega pero se olvida. Y por consiguiente, me vienen aquellas imágenes que a pesar de todos los obstáculos consiguen hacer historia.
Esta fotografía que te traigo, se tomó el año en el que nací con lo que yo no recibí su impacto en el momento de ser noticia, la he vivido desde afuera de su espacio, tiempo y contexto.
Llegó a mí a través de la estela que ha dejado en la memoria colectiva. Como imagen icónica que es, se ha utilizado en numerables ocasiones por distintos medios que reconocen en esa imagen un mensaje universalmente conocido, símbolo de la resistencia del individuo y de la desobediencia civil.
Pero esta imagen podría perfectamente no haber llegado, los fotógrafos que estaban en ese momento tuvieron que inventarse distintas proezas para poder burlar a las autoridades chinas y lograr sacar las fotografías.
Por ejemplo Charlie Cole aprendió la lección de la noche anterior en la que la policía china le había asaltado y agredido, tuvo que esconder el carrete en la cisterna del váter, para que no le volvieran a requisar su material.
Por otro lado, Jeff Widener cuenta que el estudiante americano que le dejó usar su habitación para poder tener una buena toma, fue también el mismo que llevó su carrete oculto en su ropa interior, hasta las oficinas de AP.
Así lograron que desde fuera conociéramos la represión que había contra los estudiantiles, pero también nos ofrecieron una imagen que todavía hoy tiene valor más allá de aquel lugar y de aquel momento.
Con ganas de saber qué imagen e ideas me traerás,
Un abrazo,
Nerea
De izquierda a derecha de arriba a bajo: Jeff Widener fotografo de la agencia A.P, dibujo de Pablo Stanley, publicidad de los 50 años de Lego, capítulo 12 de la decimosexta temporada de los Simpson.
29 sept.
Hola Nerea,
A veces, como dices, las imágenes viajan tras estela de otras anteriores. En otras ocasiones, en cambio, son los jóvenes autores los que arrastran las fotografías que les han enseñado a mirar, como los nietos que tiran de la mano de sus abuelos.
En ambos casos, tanta revisión no hace otra cosa que poner en valor lo que de invención tienen los nuevos enunciados visuales, creados con todo lo aprendido de nuestros predecesores en el acto de mirar.
Te pongo, como ejemplo de ello, estas cuatro imágenes realizadas por personas separadas por generaciones y unidas por un hilo de Ariadna que atraviesa sus retinas y las nuestras.
Un saludo,
Ricard